A mi amigo Miguel Pérez Ferrero
Me he perdido muchas veces por el mar
con el oído lleno de flores recién cortadas,
con la lengua llena de amor y de agonía
muchas veces me he perdido por el mar
como me pierdo en el corazón de algunos niños.
No hay nadie que al dar un beso
no sienta la risa de la gente sin rostro
ni nadie que al tocar un recién nacido
olvide las inmóviles calaveras de caballo.
Porque las rosas buscan en la frente
un duro paisaje de hueso
y las manos del hombre no tienen más sentido
que imitar a las raíces bajo tierra.
Como me pierdo en el corazón de algunos niños
me he perdido muchas veces por el mar.
Ignorante del agua voy buscando
una muerte de luz que me consuma.
Tema
La presencia de la muerte tras las apariencias.
Versos 1-2
Me he perdido muchas veces por el mar
con el oído lleno de flores recién cortadas,
El poeta quiere huir («por el mar») ante el presentimiento de la noticia de la muerte de otros («el oído lleno de flores recién cortadas»).
Versos 3-5
con la lengua llena de amor y de agonía
muchas veces me he perdido por el mar
como me pierdo en el corazón de algunos niños.
El poeta quiere huir ante la reminiscencia de la muerte que siempre trae el amor («la lengua llena de amor y de agonía»)
Quiere huir, ya sea «por el mar», ya sea refugiándose en el corazón de los niños, inocentes e ignorantes de la tragedia que los espera.
Versos 6-7
No hay nadie que al dar un beso
no sienta la risa de la gente sin rostro
Tras los rostros expresivos notamos siempre la calavera que hay detrás («la sonrisa de la gente sin rostro»).
Versos 8-9
ni nadie que al tocar un recién nacido
olvide las inmóviles calaveras de caballo.
Incluso tocar a un recién nacido nos hace recordar los huesos de un caballo descarnado.
Versos 10-11
Porque las rosas buscan en la frente
un duro paisaje de hueso
El beso de buenas noches que damos a nuestros seres queridos nos hace sentir el triunfo final de la muerte, pues notamos la calavera que hay tras la frente que besamos.
Versos 12-13
y las manos del hombre no tienen más sentido
que imitar a las raíces bajo tierra.
Los dedos de las manos del ser humano parecen raíces vegetales, que se sumergen bajo tierra al morir.
Versos 14-17
Como me pierdo en el corazón de algunos niños
me he perdido muchas veces por el mar.
Ignorante del agua voy buscando
una muerte de luz que me consuma.
Sin miedo a los posibles peligros («ignorante del agua»), el poeta busca una muerte que le permita acceder a un reino de luz y que lo aleje de la oscuridad del mundo subterráneo.
Interpretación
Todo lo vivo no hace más que recordar que detrás siempre se esconde el triunfo final de la muerte. Ante esta imposibilidad, el poeta, desdeñoso de los peligros, intentará buscar una muerte que le permita alejarse del mundo subterráneo que lo atemoriza.